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sep
'16
La salud es uno de los bienes más preciados en nuestra vida. Bien dicen que podemos soportar la falta de dinero pero no estar enfermos o incapacitados. Por esa razón, es de suma importancia que contemos con un fondo de emergencia mediante el cual podamos hacerle frente a imprevistos que afecten nuestro bienestar. Es en estas situaciones donde instrumentos financieros como los seguros de gastos médicos encajan a la perfección.
De acuerdo con datos que GNP retomó del INEGI, 59 millones de personas en México son derechohabientes de alguna institución de salud pública como el IMSS o el ISSSTE, o tienen acceso a la atención médica de PEMEX, SEDENA o SEMAR. Esta cantidad representa solo un poco más del 50% de la población total, el resto debe encargarse por completo de cuidar su salud con médicos particulares.
A pesar de que poco más de la mitad de los mexicanos están amparados por los servicios de seguridad social, lo cierto es que en la mayoría de sus clínicas la atención deja mucho que desear. Es muy probable que alguien cercano a ti o a alguno de tus familiares haya comentado al menos una historia de negligencia o falta de empatía de parte de los médicos y/o del personal administrativo de las instituciones de salud pública.
Cuando se trata de procurar tu salud, tienes todo el derecho de recibir una buena asistencia y la mejor manera de obtenerla, sin que implique el desfalco de tus finanzas, es contratando un seguro de gastos médicos. Este tipo de producto cubre la necesidad de contar con servicios de salud indispensables sin los cuales tu calidad de vida disminuiría considerablemente.
Los seguros de gastos médicos pueden ser individuales, familiares o colectivos (cuando se trata de empresas). Para poder contar con su cobertura, tú o tu empresa debe pagar una prima (deducible de impuestos) que asegura la vigencia de los servicios durante un año. Para calcularla, la aseguradora valora factores como tu edad, género, hábitos, antecedentes familiares y trastornos preexistentes con tal de evaluar tu nivel de riesgo a padecer una enfermedad o sufrir un accidente. Mientras más viejo seas, mayor será el costo de la prima.
Existen dos tipos de seguros de gastos médicos cuya variación radica en el propósito de su cobertura. Los seguros de gastos médicos menores están pensados para quienes desean prevenir el desarrollo de enfermedades y conservar su salud. En este caso, la aseguradora es la que establece los médicos y laboratorios con los cuales puedes atenderte sin opción a que elijas fuera de esa lista.
Definitivamente, los seguros de gastos médicos menores son excelentes como herramienta de mantenimiento de la salud a bajo costo. Por un lado, te ofrecen consultas de especialidad y, por otro, pueden ofrecerte entre el 70% y el 100% de descuento en ciertos estudios clínicos. Incluso algunas aseguradoras cubren los medicamentos de tu receta y te dan indemnizaciones por incapacidad.
Para cuestiones de mayor cuidado como cirugías por accidente o enfermedad, los seguros de gastos médicos mayores son la opción. Estos cubren los gastos hospitalarios que deriven de un accidente, enfermedad o trastorno al cual puedas ser susceptible. Esto quiere decir que, solamente podrás usarlo cuando suceda alguna de las situaciones que se determinaron en el momento que firmaste tu contrato.
La gran ventaja de contar con un seguro de gastos médicos mayores es tener el respaldo de una atención médica privada ante cualquier cirugía que necesites. A diferencia del seguro de gastos médicos menores, tú puedes elegir los doctores y hospitales donde deseas atenderte a nivel nacional e internacional. Además, como la aseguradora únicamente cubre la mayor parte de los costos de hospitalización y los honorarios médicos, tú debes pagar, en primera, un deducible para acceder al servicio y, en segunda, casi siempre, la parte restante o coaseguro.
¿Cuál te conviene más? En realidad depende mucho de tus necesidades y las de tu familia. Lo ideal es que tengas ambos y los utilices para las ocasiones pertinentes. Tal vez no necesites hacerte un procedimiento quirúrgico cada mes, pero si debes tener revisiones constantes de tus niveles de glucosa. Sin embargo, estar prevenido ante cualquier percance, te ayudará a no endeudarte por tener que pagar una costosa operación con médicos particulares y a evitar desastrosas secuelas por una cirugía mal realizada en un hospital público.
Sin importar que desees contratar un seguro de gastos médicos menores, uno de mayores o ambos, consulta todas las opciones disponibles en el mercado para seleccionar la más adecuada. Aparte, infórmate sobre el número de reclamaciones que tiene cada aseguradora revisando el sitio de Condusef y sobre la cobertura de hospitales y especialidades médicas de cada producto financiero.
Antes de firmar tu contrato, revisa atentamente cada una de las condiciones y limitaciones de tu seguro y resuelve todas tus dudas con tu agente. Los seguros de gastos médicos son una de las mejores inversiones disponibles para proteger tu economía familiar. No puedes saber qué pasará en el futuro, pero sí puedes estar un paso adelante para enfrentar las pruebas de la vida. Piénsalo, disfrutar cada minuto depende de ti.