23
feb
'17
Hoy hablaremos de la meditación, la puerta a nuestra capacidad de concentrarnos para así alcanzar la claridad. La mente es muy poderosa y quizá, algunas veces, ha jugado con nosotros, nos ha engañado pero esta habilidad puede ser usada a nuestro favor para aliviar tensiones o comprender cómo están fluyendo las cosas.
La meditación no es un estado de trance, ni poner la mente en blanco, es una técnica especializada en ampliar la conciencia al unificar los estados del Ser. Esta herramienta nos permite alcanzar claridad durante crisis, relajar el cuerpo, equilibrar nuestras vidas como ayuda contra la depresión, el estrés y el cansancio crónico que nos impiden tener un ritmo de vida saludable, al igual que podremos hallar otros estados de conciencia.
Practicar la meditación implica un esfuerzo interno para regular los pensamientos de alguna forma. La primera etapa consiste en disipar toda distracción logrando así claridad y lucidez mental. Puedes lograrlo con ejercicios de respiración, además de estar en un lugar tranquilo para meditar. La postura es importante pero en realidad es necesario estar cómodo, mantener la espalda recta es necesario para evitar la somnolencia.
Para comenzar con las sesiones de meditación debes tener en cuenta que hay varias prácticas y cada una requiere habilidades mentales diferentes. Las variantes que puedes realizar son:
Durante la meditación uno debe envolverse en las técnicas específicas diseñadas para promover la relajación, construir energía interna o fuerza de vida, además de desarrollar compasión, amor, paciencia, generosidad y perdón.
Según el contexto, la meditación tiene diferentes significados, pues ésta se ha practicado desde la antigüedad como complemento de numerosas creencias. En general, tiene como fin lograr un estado de paz total a través del control de los pensamientos y las emociones. Algunos tipos permiten el uso de objetos rituales para recordar o seguir algún aspecto de la sesión.
La meditación trae consigo la relajación, la calma, el poder de reconocer que siempre puedes hacer algo para cambiar lo que ya no te sirve en la vida. Además, es una forma de regular la circulación, disminuir la ansiedad tanto como el estrés, y traer bienestar a tu vida.
No lo dudes mucho, para comenzar, siéntete cómodo, respira y concéntrate en eso, en ti. Trata de no perder la atención, si divagas, solo tienes que volver a empezar. Es una tarea gradual, deberás hacer esto cada vez por más tiempo en tus sesiones hasta que te sientas cada vez más en control y puedas dominar algún otro método.