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oct
'16
Hay distintos sistemas de pensiones en México, como son por ejemplo, los Planes Personales para el Retiro (PPR) y las aportaciones voluntarias en las AFORES, siendo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde cotizan los asalariados del sector privado y el ISSSTE para los empleados de gobierno, las opciones más grandes, al igual que los sistemas de Pemex, las universidades, los maestros de los estados, sindicatos, entre otros.
Los PPR los ofrecen bancos, casas de bolsa, aseguradoras u operadoras de sociedades de inversión, y requieren de la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Uno de los problemas que enfrenta el sistema de pensiones en México, es la transición de pasar del sistema antiguo de reparto de beneficio definido (antes de 1997), al nuevo sistema de contribución definida (después de 1997).
El IMSS en 1997 y el ISSSTE en 2010 pasaron de un esquema de aportaciones colectivas a uno conformado por cuentas individuales, en el que cada trabajador sería responsable de su jubilación pues, el sistema de beneficios definidos dejaría de ser sostenible al haber más personas en la vejez y menos en edad productiva, es decir, habría más pensiones que aportaciones.
Este proceso transitorio también establece que quienes en el momento de la reforma estaban o habían trabajado y contribuido, tienen el derecho de elegir cómo jubilarse; si el monto de su pensión será con base en la fórmula del sistema antiguo o con base en el valor de los activos acumulados según el nuevo sistema.
Otro de los grandes problemas de las pensiones en México, es que será necesario hacer recortes porque no hay recursos suficientes para cubrirlas. Las contribuciones al sistema son bajas para poder garantizar un nivel de ingreso de más del 50% del último salario de los trabajadores.
¿Cómo funcionan los sistemas de pensiones en México?
Según la OCDE en un informe sobre el Sistema de Pensiones de México, existe el desafío de armonizar gradualmente las reglas de todos los planes de pensiones para establecer un sistema de nacional y equivalente para los mexicanos.
La situación económica tampoco ayuda para tener un sistema de ahorro para el retiro pues uno de cada cinco mexicanos con empleo gana un salario mínimo (MXN $1,943 mensuales) y en los últimos 20 años se ha perdido en promedio el 72% del poder adquisitivo, lo que limita el ahorro voluntario que haría crecer la bolsa de recursos de la cual saldrá la pensión.
Las autoridades mexicanas y especialistas en el tema afirman que de no hacer cambios en el sistema, los recursos en las cuentas individuales serán insuficientes para vivir con todas las necesidades durante la vejez, mientras que las pensiones de los trabajadores del Estado seguirán creciendo y convirtiéndose en una carga en las finanzas públicas.
De no ser reformado el sistema de pensiones y el aumento en la formalización de los trabajadores, los mexicanos podrían vivir en la pobreza durante la vejez. Para que un pensionado pueda disfrutar de su jubilación, estudios señalan que resulta suficiente contar con una pensión equivalente entre el 50 y 70% del ingreso que se gozaba en la etapa productiva previa al retiro.
Por esto, te recomendamos que no importa la edad que tengas, es necesario comenzar a ahorrar para tu retiro y te prepares para los años venideros.