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feb '15

La clave para acabar con todas tus deudas

Quienes han incurrido en deudas saben que representan un auténtico dolor de cabeza y una fuente de estrés que puede ser inagotable. Si eres deudor, debes saber que el final de la pesadilla depende de la disciplina que estés dispuesto a invertir.

Además de la tranquilidad mental, toma como incentivo que pagar lo que debes te permitirá comenzar a ahorrar lo suficiente para invertir posteriormente tu dinero. De esta manera no sólo dejarás de vivir para pagar, sino que estarás haciendo crecer tu patrimonio. ¿Listo para salir de deudas? El primer paso es comprometerse.

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Ahora que te has comprometido, debes empezar por hacer un balance de tus deudas. Haz una lista que incluya el monto a pagar, el nombre del acreedor (que puede ser el banco, una institución financiera o incluso una persona física), la tasa de interés y la fecha de vencimiento. Una vez hecho esto, ordena tus deudas de menor a mayor, o si todas tienen cantidades similares, coloca primero la que tenga la fecha de vencimiento más próxima.

La pregunta más importante en este proceso es cómo pagarlas. Probablemente ya pagas algunas, por ejemplo, los montos mínimos de tu tarjeta de crédito. Considera que, como esta, hay deudas que no puedes dejar de pagar para darle prioridad a otras, ya que corres el riesgo de contraer un problema mayor. Tienes una alternativa; en muchos casos es posible reducir el monto o los pagos mínimos a través de una negociación con el banco, aunque esto último implica pagar por más tiempo, por lo cual no es una opción recomendable y debes elegirla sólo en caso de emergencia.

Tu primera deuda a eliminar debe ser la más pequeña, en el mejor de los casos. Revisa en qué puedes ahorrar; quizás tengas que cocinar más seguido, reunirte con tus amigos por tu casa o respetar el plan de tu celular, pero vale la pena. Lo que ahorres, abónalo a tu primera deuda sin dejar de cubrir los pagos de las demás.

Una vez que la hayas cubierto, es momento de aplicar la clave del pago de deudas: haz como si todavía la tuvieras. Es decir, sigue con el segundo adeudo de la lista, pero abonándole el mismo monto que tenías destinado para la primera. Una vez cubierta, abona a la tercera deuda (en teoría más grande que las anteriores), el monto de las otras dos. Continúa así hasta que estés libre de deudas.

Puede sonar asfixiante, pero en tu camino puedes disfrutar de pequeñas recompensas cada vez que cubras una deuda. Lo principal es que analices cómo las adquiriste y tomes medidas para que no vuelva a suceder. La luz al final del túnel es tu tranquilidad y la posibilidad de un futuro brillante a través de la inversión.